La urbanización de las viviendas consiste en combinar las viviendas adosadas permitiendo que algunas de ellas tuvieran jardines más grandes, lo que ayudaría a rentabilizar más el espacio privado libre, a la vez que permitiría al usuario reconocer su propia vivienda más fácilmente desde la calle. Ésto se podría realizar creando grupos de tres o cuatro viviendas favoreciendo que las viviendas en esquina tengan un jardín mayor: el alzado del bloque de viviendas no sería continuo y estaría dividido por los huecos de estos jardines grandes. Esta posibilidad de separar vivien­das permite varias posibilidades de parcelación, siendo una de ellas la de ubicar las viviendas teniendo una orientación similar. Esta disposición favorecería que todas ellas tuvieran el mismo soleamiento y que su alzado fuera más dinámico mirando a los campos de Golf.

La disposición de las viviendas en perpendicular a la calle, mantiene el ritmo del volumen constante y consigue, por un lado, romper el alzado longitudinal que se crearía si no hubiera jardines dando a la calle y por otro que las viviendas no tuvieran el problema de mirarse unas a otras en la zona central.

Combinando las opciones previas mediante la introducción de jardines que rompen el alzado longitudinal a la calle, dando la sensación de vivir en la naturaleza para favorecer la idea de villa y no colocando en pa­ralelo las fachadas de las viviendas en la zona central (donde se pasa de una hilera de viviendas a dos) se conseguiría despejar sus vistas. En esta opción se ha querido investigar cómo crear la sensación de villa o vivienda pareada mediante el movimiento simétrico de algunas de las viviendas, para que el alzado sea más compacto.

El acceso se ha colocado en uno de los laterales del solar facilitando que las viviendas estén separadas en máximo posible unas de otras, aunque el acceso a la zona interior podría reubicarse de manera que coincidiera con el ramal de la calle perpendicular que sale de la calle Mesilla del Diente. Se ha incluido una garita a la entrada para controlar el acceso a la zona interior del complejo y accesos separados de peatones, bicicletas y de tráfico rodado. Se han propuesto dos piscinas con sus áreas de descanso y de solarium asociadas y un pequeño pabellón que podría albergar los vestuarios, almacenaje y ser a la vez sala multiusos para reuniones de vecinos o actividades vecinales. Las zonas ajardinadas comunes se situarían en la parte posterior, con posibilidades de restringir su uso a determinadas horas del día. La zona de juegos se ha dispuesto en la zona central, de manera que pueda ser fácilmente observada por los padres. La propuesta constaría de juegos más basados en la naturaleza y separados por rangos de edades. La propuesta reduce la huella de los coches, favoreciendo la circulación de personas entre unas viviendas y otras. Las áreas rodadas podrían ser materializadas con asfalto y pintura que evoque el juego o bien se podría utilizar pavimentos de formato pequeño, para que la velocidad de los conductores se viera reducida. Las zonas comunes pavimentadas permiten la circulación entre todas las viviendas sin necesidad de salir a la calle principal de Mesilla del Diente. La cancha de padel se sitúa en la esquina noreste. También se podría colocar equipamiento de fitness a su alrededor para fomentar el ejercicio físico creando un área focalizada en el deporte.

En el diseño de la tipología de adosado es muy importante preservar la intimidad y la privacidad de cada unidad respecto a las posibles miradas de los vecinos. Cuando los adosados no están alineados sino que se retranquean unos con respecto a los otros, son los propios volúmenes los que garantizarán la privacidad. Se ha aprovechado el escalonamiento de los pisos para crear terrazas e inclinar las “orejeras” de forma que además de proteger la intimidad del usuario permitan vistas más abiertas y panorámicas. Dichas diagonales hacen que el conjunto sea más dinámico y contribuye a que, gracias a la perspectiva desde la cota de calle, se perciba de menor tamaño.