El “Centro Ciudadano Limonar” se ubica sobre un edificio de aparcamiento ya construido, lo que supone ciertas limitaciones debido a que se tiene que adaptar a la estructura existente y las circulaciones tanto de vehículos como de entrada y salida de peatones del aparcamiento. Teniendo en cuenta que el programa de superficies es mayor que el tamaño de la “parcela” es necesario que el programa se distribuya en dos plantas. Esto conlleva la oportunidad de dividir el programa por bloques temáticos, pudiendo separar la biblioteca de los otros usos relacionados con el centro ciudadano y darles independencia desde el punto de vista de flujos de personas, horarios de apertura, ruidos etc. Se ha optado por situar los talleres, despachos y salón de usos múltiples en planta calle y la biblioteca y la cafetería en la planta superior. Ambos programas se conectan a través de un gran vestíbulo con doble altura que además de distribuir a los usuarios a los distintos usos puede ser utilizado como espacio de distensión para encuentros, exposiciones… puesto que además cuenta con un pequeño graderío. La superficie destinada a los aseos se divide entre las dos plantas de forma que puedan dar servicio a los distintos usos.

La comunicación con la planta superior se realiza a partir de unas escaleras abiertas integradas en el gradería y un ascensor, que dada la circulación de vehículos en el aparcamiento inferior, sólo puede colocarse en zonas muy limitadas correspondientes a plazas de aparcamiento.

Se ha querido incorporar al nuevo edificio el bloque de escaleras y ascensor que sube desde el aparcamiento inferior, con el objetivo de que la imagen del conjunto quede de alguna forma más unificada e integrada del edificio sin que el conjunto resulte ser una suma de objetos inconexos. Para esto se propone abrazar el monolito con la fachada el nuevo edificio respetando accesos, ventilaciones etc.

La “parcela” es cuadrada de casi 30 m de lado cuyo lateral Oeste linda con la plataforma de las pistas deportivas, que a su vez están situadas en una cota superior. Esto supone que los usos a los que se destine este lateral no podrán tener luz perimetral salvo por la parte superior del lindero una vez salvada la diferencia de altura. Se proponen para esta zona los talleres. Para salvar dicha altura se opta por escalonar el forjado superior con el objetivo de maximizar la cantidad de luz natural y ventilación. Dicho escalonamiento en el forjado superior es aprovechado en la biblioteca para crear un recorrido de gradas en el que se ubicarán determinados usos propios de una biblioteca.

Debido a la profundidad del edificio, se crean unos lucernarios que ayudan a llevar la luz natural a la zona central del mismo. Puesto que la orientación de la parcela está girada unos 30º respecto al eje Norte- Sur, se han girado a su vez los lucernarios de forma que estén orientados perfectamente a Norte y así evitar al máximo la entrada directa de la radiación del sol. El giro de los lucernarios crea una nueva retícula que se alínea a 30º con la retícula del edificio, contribuyendo a crear una imagen característica del edificio. Los lucernarios a su vez se inclinan hacia el exterior para ayudar a evacuar el agua de la lluvia.

En la planta inferior se ha continuado la retícula de la estructura del edificio de aparcamiento inferior, exceptuando la nueva estructura que se realizará en acero. Sobre esta estructura descansará el forjado de la planta superior y se reforzará para recibir las cargas de la cubierta ligera, puesto contará con una estructura independiente. La estructura de la cubierta con los lucernarios se realizarán en madera laminada, dejando vistos los elementos estructurales al interior y dotando a la biblioteca de un aspecto acogedor y cálido. De cara al interior de la biblioteca, entre los elementos estructurales de madera, se colocarán paneles absorbentes acústicos de madera reciclada para contribuir con el aspecto natural de la misma.

Los tres talleres están separados entre sí por paneles móviles de forma que su uso sea totalmente flexible y se puedan usar tanto de uno en uno como agrupar dos o los tres en el caso de ser necesario. Los talleres disponen a su vez de zonas de almacenaje, tanto para los paneles, como para cualquier tipo de equipamiento necesario para las actividades que se puedan llevar a cabo.

Para la fachada, se ha propuesto una envolvente de chapa de acero y celosías verticales en huecos a Este y a Oeste para el bloqueo de la radiación del sol y para no competir con la imagen de los lucernarios como elemento característico.

En cubierta, se ha aprovechado la orientación de los lucernarios a Norte para colocar en su parte posterior paneles solares con la orientación perfecta para su máxima eficiencia. En cuanto a las instalaciones, se propone el uso de aerotermia para aprovechar el intercambio de calor y contribuir con la eficiencia del conjunto. Las instalaciones se encuentran tanto debajo de las gradas del vestíbulo como bajo la cubierta sobre los aseos.

Se incorpora la geometría triangular del edificio en el paisaje, tanto en los despieces de los suelos, las jardineras, mobiliario, fuentes, pérgolas etc. Se colocan láminas de agua, pérgolas y vegetación en el paisaje de forma que se rebaje la sensación de calor ambiental sobre la plaza. Los elementos existentes podrían ser conservados si fuera necesario.